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Para honrar a sus antepasados, Mariposas Galácticas empoderan la comunidad con su música

La banda de ocho miembros de Philly crean una mezcla de kumbia, klezmer y punk, honrando los ancestros de cada uno de sus miembros.

Mariposas Galácticas, an eight-piece Philly-based band, performs at Silk City Diner on July 11, 2024.
Mariposas Galácticas, an eight-piece Philly-based band, performs at Silk City Diner on July 11, 2024.Read moreSabrina Iglesias

Para muchas bandas, un año no es ni mucho menos suficiente para conocerse entre si, tener seguidores y agotar las entradas de sus conciertos.

El octeto se juntó en abril del 2023 y fue un sueño de la cantante principal y guitarrista rítmica María Paz Ordoñez y la clarinetista y cantante Ariel Goodman. Las dos se conocieron hace diez años en un encuentro activista en Perú luchando para proteger el Parque nacional Yasuní en Ecuador.

“Manifestamos la banda”, dijo Ordoñez.

Ordoñez soñó poder hacer música para representar a las mujeres y alejarse del status quo de las mujeres de su família que solamente tocaban música para entretener en casa, mientras los hombres tenían la oportunidad de actuar en el escenario.

“Nos conocimos como activistas, así que cuando tocábamos juntas, también lo hacíamos para el medio ambiente, tocábamos música para el planeta, para ahorrar agua … y éramos feministas,” dijo Ordoñez, que es índigena suramericana y pertenece a la gente Cañari.

Primero, Ordoñez enseño kumbia a Goodman.

El origen de la música que toca la banda es la cumbia, música que se canta en español y proviene de una mezcla de culturas africanas e indígenas del norte de Colombia que se ha extendido por todos las americas. La decisión de la banda de escribir kumbia con la letra “K” es un homenaje al idioma kichwa, que es parte de su ascendencia multicultural.

Y Goodman, que es judía, trajo el klezmer al conjunto. Klezmer, como lo define Goodman, es la música tradicional de la diáspora de judíos ashkenazi, normalmente cantada en yídish. “Es la reclamación de la parte de nuestra herencia cultural que algunas de nuestras familias perdieron a resultas del holocausto y la asimilación,” dijo Goodman.

“Manifestamos la banda.”

María Paz Ordoñez

La amistad siguió después del tiempo en Perú y empezaron a actuar juntas en la linia 7 del metro de Nueva York. Aunque hacer música a dúo era divertido, las dos sabían que querían una banda más grande para su fiesta de cumpleaños conjunta. Así que empezaron a contactar con músicos que conocían y algunos de los que habían oído hablar.

Viviendo en Philly Goodman sabía de Galapagos, quien también es indígena y con família de Ecuador, por su antigua banda QLEBRAS y su trabajo como fundador de la Pharmacy, una alianza cultural panamericana.

“Me escribieron un DM”, dice sonriendo Galapagos, recordando cuanto ha cambiado su vida desde que las conoció. “Les dije que nos juntáramos en el skate park un día … y invité a mi amigo Daniel [Acevedo Alfaro] quien [ahora] toca el bajo en la banda, es peruano, y tenía ganas de hacer algo similar y adentrarse en la música ancestral.”

Las cosas se solidificaron cuando el grupo se percató que sin que lo supiera Acevedo Alfaro, Ordoñez ya le había pedido a su hermano, Pelai, de unirse a la banda como batería. A partir de ahí, dijo Galapagos, las cosas empezaron a crecer rápidamente.

‘Ni de aqui, ni de allá’

La banda esta compuesta por:

  1. Gary Galapagos: guitarra

  2. Daniel Acevedo Alfaro: bajo

  3. Pelai: batería

  4. Simón Martínez Abadía: congas

  5. Jonathan Sidharta-Leibovic: acordeón

  6. Ariel Goodman: vocales y clarinete

  7. María Paz Ordoñez: cantante principal y guitarra

  8. Cara Tratner: vocales y saxófono.

No se les escapa que en una actuación musical con ocho personas hay muchas cosas a tener en cuenta, especialmente considerando que dos de los miembros viajan a Philadelphia desde Nueva York para ensayar y para los conciertos. ¿qué hace que todo funcione bien y ayuda a mantener la banda unida?

“Nuestro punto en común es que somos activistas y luchamos tanto en la calle como en nuestras casas, dijo Ordoñez. “Creemos en la comunidad. Nuestra banda no tiene una jerarquía. Somos un colectivo. Nadie está por encima de nadie.”

“Tenemos personas [en la banda] que representan minorías, representamos lo queer y la comunidad LGBT, también hay veganos y una persona comunista. Hay muchos puntos de vista diferentes en la banda”, dijo Ordoñez.

De hecho, el conguero, Martínez Abadía, que emigró de Colombia, está muy feliz de encontrarse en los Estados Unidos haciendo música indígena.

“Conoce bien como son aquellas fiestas locas de kumbia en Colombia, pero luego llega aquí y piensa, ‘Oh wow, estamos introduciéndolas a los americanos,’” dijo Galapagos. “Es realmente cool pensar que si no hubiera conectado con la banda, a lo mejor no hubiera tenido esta experiencia en America.”

Galapagos dice que la identidad también juega un gran papel en unirlos a todos. “Creo que [la identidad] es una parte importante de la ecuación en la historia de Mariposas, especialmente porque muchos de nosotros compartimos la misma experiencia de ser de diferentes partes de Suramérica y como es identificarse desde todas las americas”, dijo.

“Creemos en la comunidad. Nuestra banda no tiene una jerarquía.”

María Paz Ordoñez

“Hay una idea de ‘ni de aquí, ni de allá’, o ‘ni aquí ni allí’, que significa que cuando estoy aquí, la gente nos llama mexicanos o latinos. [Y] cuando voy a Ecuador me llaman Gringo.”

Mariposas Galácticas es una banda rica en historia y experiencias. Los directos del grupo incluyen sonidos clásicos de la kumbia mezclados en una performance de la canción folk celebratoria judía “Hava Nagila” que lleva a la audiencia a bailar alegremente, cada uno a su manera.

Lo que el klezmer comparte con la kumbia, dice Galapagos, es que los dos están considerados tipos de música y baile “inferiores”, y a menudo eran mal vistos por su contenido sociopolítco y su llamado a la resistencia. Comparten, dijo, la idea del gozo radical o el gozo como acto de resistencia. Claro, los mismos temas también se ven en el género punk-rock.

Goodman admira estos estilos musicales y a menudo se recuerda la importancia de mantenerse humilde mientras los interpreta. “[Estos] estilos musicales tienen raíces en comunidades que han sobrevivido la esclavitud, que han sobrevivido el genocidio”, dice. “Así que nos acercamos a ellos con humildad, deseando interpretarlos y honrar este legado.”

Por amor a la comunidad

Mariposas Galácticas están orgullosos de crear espacios con el objetivo de construir y fortalecer comunidades. En lo que llevamos de 2024, han tocado en un patio en Cedar Avenue, han hecho dos conciertos en el anual Porchfest de West Philly y han organizado el Latin Punk Fest en Cantina la Martina en Kensington.

“Creo que [la identidad] es una parte importante de la ecuación en la historia de Mariposas.”

Gary Galapagos

“Creo firmemente en generar estos espacios de cultura, fiesta y celebración, porque si conozco a mis vecinos en una fiesta y comparto esta experiencia espiritual una noche, también me puedo levantar la mañana siguiente y luchar por ellos”, dijo Goodman. “Esta banda no existiría sin una bella comunidad a su alrededor. Somos un movimiento de base en todos los sentidos … Todos tenemos un espíritu realmente DIY y rebelde punk.”

Ordoñez dijo que la música es un canal directo al corazón y Goodman estuvo de acuerdo. La música, dijo ella, es un lugar de creatividad y alegría, de tristeza y aflicción. “Hay pocos espacios que puedan contener todo esto”, dijo.

Galapagos cree que su mensaje de comunidad, resistencia y cultura mixta están totalmente arraigados en la música que hacen. Esto, en si mismo, invita al público a sentir que podría ser el noveno integrante de la banda. Se convierte en un espacio para todos, no solo para algunos.

“Todos tenemos un espíritu realmente DIY y rebelde punk.”

Ariel Goodman

“Creo que la audiencia tiene esta conexión porque sienten que nos están alimentando con su energía y luego nosotros les damos aún más energía … es casi como hipnotismo”, dijo Galapagos.

Y mientras los miembros de la banda les retornan a sus comunidades creando estos espacios de empoderamiento para sentir “alegría rebelde”, ellos también se sienten profundamente colmados por estar en comunidad y por hacer música juntos.

“La banda mantiene mi espíritu vivo”, dice Goodman. “Vivimos en tiempos difíciles. A un nivel profundo, la banda es una família … [es] un refugio para nuestros espíritus.”

Esté atento a la página de Instagram de la banda para obtener información sobre los próximos shows.