¿ICE me detendrá si voy a un hospital?

El Inquirer ofrece este artículo y otros reportajes sobre salud pública y seguridad sanitaria relacionados con este coronavirus como un acto de servicio público vital, que está a disposición de todos nuestros lectores.

Es posible que haya visto un meme circulando en Facebook con un mensaje particular durante la pandemia: ¿No puede visitar a su familia? ¿No puede salir del país? ¿Condiciones de trabajo peligrosas? Ahora sabe lo que es ser indocumentado.

Estados Unidos alberga a unos 11 millones de inmigrantes indocumentados, incluidos 50,000 en Filadelfia. Según el Pew Research Center, los trabajadores indocumentados representan aproximadamente el 5% de la fuerza laboral de este país. Las condiciones causadas por la pandemia de coronavirus pueden ser particularmente difíciles para personas que estarían en riesgo durante un intercambio con las autoridades.

Estas informaciones pudieran ayudarle:

Si va a un hospital, no debería tener problemas debido a su estatus migratorio. Los hospitales generalmente se han resistido a los intentos de obligarlos a recopilar y compartir información de inmigración. Dicen que trabajan para brindar atención médica, no para hacer cumplir las leyes migratorias.

“Los hospitales no tienen ningún interés en desanimar a las personas de utilizar sus servicios”, dijo Gabrielle Lessard, abogada en políticas públicas del Centro Nacional de Leyes de Inmigración en California.

Pero, un hospital no debería ser su lugar de atención inmediata a menos que esté terriblemente enfermo. Póngase en contacto con su centro de salud comunitario más cercano, ya que generalmente atienden a todos, independientemente de su estatus migratorio. Trabaje con ellos para descubrir qué debe hacer a continuación.

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Tanto el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (La migra o ICE, en inglés) como el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), operan bajo las llamadas políticas de “ubicaciones sensibles”. Esas regulaciones prohíben a los agentes realizar arrestos en iglesias, escuelas y hospitales, excepto en circunstancias extraordinarias.

Sin embargo, esos lineamientos en ocasiones se tornan ambiguos. Los espacios que rodean a los hospitales no son necesariamente considerados como zonas seguras para las personas indocumentadas, luego que salen del centro de atención médica o cuando van a visitar a un familiar.

El mes pasado, ICE detuvo a un hondureño en un hospital de Scranton. Luego, lo llevaron al Centro Correccional del condado de Pike. Juliette Gómez, una abogada en Pensilvania, dijo que el arresto de su cliente violaba claramente la política de ubicaciones sensibles. ICE dijo que el arresto comenzó en el tribunal federal y que lo que siguió fue una continuación de ese proceso.

Podría ser, pero no por su estatus migratorio. Un estudio de salud pública de 2009 encontró que algunos inmigrantes y refugiados podrían ser más vulnerables a una pandemia de gripe debido a problemas de salud y condiciones de vida.

Según el estudio, puede que la población de refugiados y migrantes tengan limitaciones para ahorrar y para recibir atenciones, incluso en tiempos normales, cuando puede ser una lucha debido a las barreras del idioma y los malentendidos culturales.

Algunos migrantes tienen las tasas más bajas de vacunación y atención médica preventiva, y una mayor prevalencia de ciertas enfermedades infecciosas.

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No. Ni siquiera si es uno de los millones de trabajadores indocumentados que reporta sus impuestos al IRS. El estímulo excluye a los “extranjeros no residentes” y a las personas sin número de Seguro Social. Los inmigrantes indocumentados tampoco pueden obtener beneficios de desempleo.

Los activistas dicen que excluir a los migrantes del estímulo pone en riesgo la salud de todos, porque muchos trabajan en el cultivo de la tierra y en el mantenimiento de alimentos que impulsan la cadena de suministro y mantienen el funcionamiento del país. No tienen la opción de trabajar desde casa.

Las autoridades de la ciudad de Filadelfia ha establecido puntos de distribución donde las personas pueden recoger alimentos gratis que necesiten, sin necesidad de presentar una identificación. El límite es una caja por hogar, y se estima que cada caja pueda abastecerle hasta por cinco días. La lista de los lugares establecidos se encuentra en el sitio web de la ciudad, y están abiertos los lunes y los jueves de 10:00 a.m. al mediodía. Cathedral Kitchen en Camden también está proveyendo alimentos a la gente.

El Inquirer está publicando artículos en español con informaciones esenciales sobre la pandemia. Se han publicado noticias y actualizaciones en inglés, español, chino, vietnamita, ruso y francés en el sitio web de la ciudad. Quizás no respondan a todas sus preguntas, pero la Oficina de Asuntos del Inmigrante tiene la intención de proporcionar más información pronto. La organización Juntos continúa publicando información en su sitio web en inglés y español.

“La principal preocupación que hemos escuchado hasta ahora es pagar el alquiler”, dice Blanca Pacheco, codirectora del Movimiento Nuevo Santuario de Filadelfia, quien señaló que la pandemia ha dejado a millones de personas sin trabajo.

En Pensilvania, los inquilinos están protegidos contra el desalojo al menos hasta el 30 de abril, y en Nueva Jersey los desalojos quedan sin efecto durante la mayor parte del mes de mayo.

El Movimiento Nuevo Santuario está alertando a los inquilinos sobre sus derechos, informando que los procesos de desalojo pasa por los tribunales, y que una gran parte de ellos están cerrados por ahora.

Las autoridades de la ciudad de Filadelfia se esfuerzan por tratar a todos sus residentes de la misma manera, sea cual sea su estatus migratorio. Es una “ciudad santuario”, un término que tiene diferentes significados en diferentes jurisdicciones, pero generalmente se aplica a los lugares que limitan su cooperación con las agencias federales de inmigración.

Esto ha creado conflictos con la administración Trump, que quiere que Filadelfia haga que sus oficiales de policía ayuden a imponer el cumplimiento de las leyes migratorias. Los funcionarios de la ciudad ganaron una demanda federal sobre ese tema, diciendo que la comunidad es más segura cuando todos, indocumentados o no, se sienten cómodos al presentarse como testigos o víctimas de cualquier delito.