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¿Puede el estelar jugador Marco Fabián revivir la fanaticada latina del Union? Muéstrame algo de cariño, dicen.

Cuando se formó el Union hace nueve años, la gente asumió que el equipo iba a acaparar a los más de 350,000 hispanos o latinos que viven en el área de los cinco condados. Y, en muchos sentidos, la emoción fue inmediata.

Rubén Vásquez (en el centro) saluda a sus amistades, mientras prepara un sancocho casero durante el tailgate de La Unión Latina, antes del partido FC Dallas vs. Philadelphia Union, en el estadio Talen Energy en Chester, Pensilvania, el 6 de abril de 2019.
Rubén Vásquez (en el centro) saluda a sus amistades, mientras prepara un sancocho casero durante el tailgate de La Unión Latina, antes del partido FC Dallas vs. Philadelphia Union, en el estadio Talen Energy en Chester, Pensilvania, el 6 de abril de 2019.Read moreELIZABETH ROBERTSON / Staff Photographer

En el momento en que el mediocampista Marco Fabián ingresó al Centro de Entrenamiento Deportivo Suburbano en Conshohocken el jueves 4 de abril, niños y sus padres acudieron a él como hormigas a una migaja de torta.

"¡Marco! ¡Marco, saluda a la familia!", gritó un fanático, pidiéndole a Fabián que saludara a un miembro de la familia, que miraba la entrada del futbolista por teléfono.

Al menos 300 personas, muchos mexicanos y brasileños, esperaron en una fila durante más de una hora para tomar fotos, recibir un autógrafo y dar la mano al nuevo jugador hispano del Philadelphia Union, durante una recaudación de fondos realizada por Súper Liga Coshohocken, una de las ligas hispanas en el valle de Delaware.

Yuan Valcárcel, de 37 años, manejó desde Kensington con sus dos hijos. Dijo que la nueva oportunidad de ver a Fabián jugar en persona (tras culminar un contrato con el equipo Eintracht Frankfurt de la liga alemana) hará que la madre puertorriqueña esté más motivada para hacer el viaje al estadio del Union Chester.

"No me importa si ganan o pierden", dijo. "Ya eso no importa. Solo quiero ir a ver a Marco".

Ese sentimiento encapsuló perfectamente las esperanzas de los ejecutivos del Union, quienes dicen que el jugador mexicano ha “acelerado” sus más recientes esfuerzos para involucrarse con los latinos, quienes ven el fútbol como uno de sus deportes favoritos. Pero, después de 10 temporadas, muchos dicen que solo han hecho avances y retrocesos para encajar y conectarse con la gente. Muchos se preguntan: ¿Puede Fabián animar la fanaticada latina del Union?

Rubén Vásquez, de 45 años y residente en Levittown, PA, regresó al estadio en abril por primera vez, después de una pausa de dos años. Antes de su ausencia, Vásquez llevaba un período de siete años mercadeando para el Union por cuentas propias, con el fin de crear una barra brava para el club. Sin embargo, incluso él se siente dudoso sobre lo que el más reciente jugador del Unión puede hacer por la conexión del equipo con las comunidades latinas del valle de Delaware.

“No sé si Marco hará una diferencia”, dijo Vásquez. “El Union sacó a todos sus jugadores hispanos hasta este momento”.

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En cuanto a Fabián, la participación de la audiencia (no necesariamente solo la audiencia latina) es una de las razones principales por las que decidió venir a los Estados Unidos.

"Este es un proyecto a largo plazo, con el que queremos traer más gente a llenar el estadio, especialmente en los días que jugamos en casa", dijo. "Queremos que la gente nos apoye".

‘Pensé que los demás tenían el mismo entusiasmo’

Cuando se formó el Union hace nueve años (impulsado por el club de fanáticos del deporte llamado Sons of Ben), la gente asumió que el equipo iba a acaparar a los más de 350,000 hispanos o latinos que viven en el área de los cinco condados. Y, en muchos sentidos, la emoción fue inmediata.

Vásquez, un colombiano criado en Bucks County, había estado viajando durante años con un grupo de amigos hacia Nueva York y D.C. para ver el partidos de fútbol de la MLS o su favorito europeo, el Manchester United. Así que estaba entusiasmado al saber que Filadelfia tendría su propio equipo. Y al principio, el equipo incluía jugadores brasileños, guatemaltecos, colombianos y mexicanos.

"Los llamábamos por sus nombres", dijo Vásquez, "para que los sacaran al campo".

Con otros jugadores de Argentina, Costa Rica, Venezuela, Puerto Rico y Panamá, Vásquez decidió nombrar al grupo de fanáticos itinerantes como La Unión Latina, y comenzó a organizar fiestas latinas durante el tailgate de todos los partidos del Union que se daban en casa. Cuando Vásquez comenzó a comprar boletos para más de 200 fanáticos, muchos de los cuales solo hablaban español, aterrizó en el radar de los ejecutivos del Union.

Querían saber cuánto cobraba por las boletas y por las fiestas en el tailgate. Vásquez quería saber cómo convertirse en un club de apoyo oficial, como los Sons of Ben. El equipo ofreció boletos con descuento para distribuir a los fanáticos latinos y publicó artículos y un video en su sitio web sobre los tailgates que Vásquez organizaba.

Y, para oficialmente establecer a La Unión Latina como una barra brava con su propia sección dentro del estadio, el equipo pidió las firmas de 120 fanáticos con boletos de temporada.

Vásquez creó un logotipo, banderas, camisetas con los nombres de los países de origen de los jugadores del equipo y un CD con música para tocar en el estadio. Visitó restaurantes y negocios locales para hablar sobre el equipo.

Aún así, en febrero de 2017, después de dos meses de solicitar firmas (y siete años hablando del equipo), Vásquez se sentó con los ejecutivos del Union para compartir lo que tenía: solo 50 fanáticos latinos comprometidos.

“El fútbol está en mí y pensé que los demás tenían el mismo entusiasmo que yo sentía, pero ese no fue el caso”, dijo Vásquez. En marzo, decidió que no volvería.

Resolviendo la desconexión

En 2017, los hispanos representaron el 68 por ciento de la audiencia televisiva de fútbol en los EE. UU., según los reportes mercadológicos de Nielsen, en comparación con alrededor del 12 por ciento para todos los deportes. Los sitios web de equipos de fútbol y la MLS son los sitios o aplicaciones más visitados por los hispanos de los EE. UU.

Sin embargo, muchos latinos locales dicen que sienten una desconexión con el equipo: Dicen que el Union no los atiende, y que no entiende sus costumbres o intereses.

Fernando Rodríguez, de 27 años, administra una tienda en el mercado italiano, donde vende balones de fútbol, zapatillas y camisetas, desde Real Madrid y Juventus hasta Chivas de Guadalajara. No hay productos del Philadelphia Union a la venta, y Rodríguez nunca ha tenido un cliente que solicite ninguno.

Personalmente, a Rodríguez no le gusta el estilo de juego de Fabián, ni el hecho de que solía jugar con Chivas, el rival de su equipo mexicano favorito, el Club América. Pero dijo que ayudaría a promover el Union, si el club se esforzara más por mostrar “algo de cariño” hacia los latinos de la zona.

Carlos Giraldo, un futbolista colombiano de 37 años, dueño de una inmobiliaria, que vive en Northern Liberties, dijo que está claro que no lo hacen. Ni siquiera sabía que Fabián estaba jugando con el Union esta temporada, una consecuencia, dijo, de los fallidos esfuerzos de alcance del equipo.

"Es obvio que el equipo nunca se ha dirigido a mí en este proceso", dijo Giraldo.

Sugirió que el Union ofrezca paquetes de precio familiar (actualmente tienen una tarifa con descuento para estudiantes), anuncios de Facebook adaptados a los latinos y acceso gratuito a la transmisión del juego en español, ya sea online, radio o televisión.

Sin embargo, el Union ha perdido oportunidades para conectarse con los latinos que ya están siguiendo al equipo, dijo José Carbone, un periodista venezolano que cubre el club juego-a-juego desde su inicio, acreditado en la sección de prensa del Union.

Por ejemplo, no se tocó música mexicana para el primer juego en casa de Fabián, ni hay anuncios en español dentro del estadio o en ninguna de las redes sociales del Union, dijo. El Union no revelaría si cuenta con empleados latinos, citando regulaciones federales de confidencialidad, pero señaló que tiene un intérprete de español en su staff y está trabajando con la Universidad de Pennsylvania para obtener un traductor de portugués.

“El sitio web solía tener una sección en español, con el calendario de juegos, noticias sobre el equipo y los jugadores, el roster y una opción para comprar boletos. Ya no está", dijo Carbone. “¿Cómo te sentirías tú si te quitaran tu sección?"

Si bien la asistencia a los juegos en casa generalmente ha disminuido desde la segunda temporada del Union, la cantidad de compradores de boletos que se autoidentifican como latinos sigue siendo la misma, con un 15 por ciento, según el director de comunicaciones del equipo, aunque no ofreció números específicos. Aún así, además de la llegada de Fabián, los ejecutivos del club citaron un puñado de nuevos esfuerzos destinados a conectar con su fanaticada latina:

  1. Una asociación con Unimás para transmitir en español cuatro juegos con la red de televisión hispana.

  2. Un evento comunitario en celebración del Cinco de Mayo en Kennett Square, denominado "Cinco de Marco".

  3. Agregar una academia latina a su programa juvenil ya existente al asociarse con ligas hispanas como Súper Liga.

  4. Ofrecer un programa de horario de oficina donde los fanáticos podrían discutir ideas e inquietudes con los miembros del personal del equipo y los ejecutivos.

Al mismo tiempo, la cuenta de Twitter de Sons of Ben en Español, que había estado inactiva desde marzo de 2017, vuelve a activarse. Esto, después de que Héctor Vega, de 30 años, un puertorriqueño que vive en el sur de Jersey, y John Zapata, de 25 años, colombiano nacido en Filadelfia, se reunieron con Matt Gendaszek, el presidente de Sons of Ben, a instancias de Parceros United, el grupo de apoyo latino para el equipo MLS Atlanta United, que promueve otros equipos de fútbol fortalezcan su fanaticada latina.

Para Vega, un comprador de boletos de temporada, esfuerzos como estos han llegado tarde al juego: "Se siente como si nos excluyeran con la forma en que se están mercadeando. Ni modos que los juegos son tan callados, secos y sin sabor".

Gendaszek reconoció que Sons of Ben no tiene actualmente ningún liderazgo latino. Pero, se siente optimista sobre su nueva relación con Vega y Zapata.

"Esta es una fase inicial de acercamiento que necesitábamos para hacer crecer el deporte del fútbol en el Valle de Delaware", dijo Gendaszek.

Doug Vosik, el director de mercadeo del equipo, dijo que los ejecutivos se reunieron con representantes del Consulado de México en Filadelfia y la Cámara de Comercio Hispana para encontrar formas de involucrarse con las comunidades latinas. Pero, dijo que centrarse en grupos específicos por los países de origen de los fanáticos no es la mejor estrategia para conectar con la gente.

“Creo que un enfoque más general que se realiza de una manera auténtica es más efectivo que el hecho de seleccionar grupos pequeños e individuales por países de origen o por el legado familiar”, dijo Vosik.

Esa filosofía, de tratar a los latinos como un "mercado total", no comprende que las comunidades vienen de docenas de países, con diversas costumbres e incluso variaciones de español que hablan, según explicó la experta en marcas multiculturales Linda González.

"Los latinos saben si están representando respetuosamente a su grupo étnico", dijo. "Las marcas no pueden decir que son inclusivos sin reconocer sutilezas y distinciones".

Y sin embargo, dada la diversidad entre ellos, los latinos son el grupo de población más difícil de definir, dijo Joe Favorito, consultor de mercadeo deportivo y profesor de la Universidad de Columbia.

Debido a que los jugadores van y vienen, sugirió que el equipo invierta más en su marca, ya que las estrategias no deben limitarse a una experiencia en el estadio.

Por ejemplo, dijo, el Union debería estar presente en los festivales comunitarios, bodegas, restaurantes y ceremonias de premiación, e identificar los cambios demográficos, como el envejecimiento de la población latina, y atenderlos de manera proactiva.

La Unión Latina regresa

Vásquez estacionó en el mismo lugar que ocupa desde su fiesta original en 2010, y sacó una mesa plegable de plástico de su todoterreno. Cantando en voz alta una salsa de Victor Manuelle, trabajó junto a su esposa, Gail, para arrancar el primer tailgate de la familia de cinco de la actual temporada: dos bocinas, dos sillas de playa, cuatro coolers, un tanque de gas propano, 10 galones de agua, un caldero grande y los ingredientes para su tradicional sancocho casero.

Mientras cortaba zanahorias, plátanos y maíz, saludó a un grupo de aproximadamente 45 amigos con abrazos y besos, la mayoría de ellos con camisetas del Unión y de la selección nacional colombiana.

Después de pasarse cinco horas cocinando, se dispuso a servir la sopa de carne y vegetales con arroz y pico de gallo. Las parejas bailaban bachata, mientras que otros se turnaban para tocar el güiro y la campana.

Vásquez había soñado despierto sobre este momento, con anticipación nerviosa y emoción, un esperado regreso al lugar y la gente que ama.

“He llegado a reconocer que esto es familia y nada importa más que esto”.